martes, 25 de octubre de 2011

Redecorando



Hoy me toca dar las gracias a mi chico, en mi nombre y en el de David.
Siempre me ha resultado difícil el tener que volver a vivir en casa de mis padres, porque aunque vivía (oficialmente) en la misma casa, era una vivienda independiente. Perder mi independencia ha sido, y es en muchas ocasiones, duro para mi. Creo que son varios los motivos que me hacen añorar eso, y tal vez sea por todos ellos por lo que no he terminado de "instalarme" del todo.
A mi habitación le sobran cosas y le faltan otras, le falta ser mi espacio personal, pero creo que la peor parte se la lleva mi hijo, que no termina de ver algún espacio de la casa como suyo. Tiene su propia habitación, pero no es como como cualquier habitación de un niño de su edad.
Mi chico me está ayudando a darme cuenta de muchas cosas que no soy capaz de ver por mi misma, cosas como esta, entre otras. Así que tras una charla constructiva un buen día me dijo: "Nos vamos al Ikea".
El día en cuestión fue este domingo, día en el que David está en casa de su padre y que mi chico y yo tratamos de aprovechar para vernos un poco a solas. Las gracias no se las doy solo porque la idea fuera suya, ni porque él pagase la cuenta, ni porque se le ocurrieran una idea detrás de otra para convertir ese frío dormitorio en un rincón para mi gordete... que se las doy por eso, pero también por algo más: por tener a mi hijo en cuenta, por pensar en él casi tanto como yo, por incluirle en sus planes de futuro, por quererle y dejarse querer, y por abrirme los ojos en tantas ocasiones. Gracias a ti David duerme ahora mas seguro, porque la luna y una estrella vigilan sus sueños; porque sus juguetes (antes desperdigados por la casa en general) tienen un lugar dónde dormir, junto a él. Se que aún te quedan muchas ideas en el tintero, que ya vas pensando en una buena alfombra para que juegue tirado en el suelo y en unas cortinas coloridas, que ya tienes en mente una tienda de campaña en la que pueda esperarme despierto los fines de semana que trabajo de tarde, y que le sigues dando vueltas a lo de pintar las paredes con algún color que le guste (que no se parezca al azulgrana jejeje)
No es que ahora la habitación de David sea un parque de juegos, pero poco a poco se intuye que esa es la habitación donde duerme y juega un niño. Poco a poco.
Muchas gracias Jose. David y yo te queremos mucho!!

martes, 4 de octubre de 2011

Cómo está el mundo!


Un buen día decides acercarte a Sol para llevar a los niños a ver a sus "amigos de la tele" favoritos, y te encuentras con esto.
Al leer la noticia me he quedado de piedra, Minnie zurrando de lo lindo a Dora... increíble, gracias a que Bob Esponja y Patricio andaban por ahí dispuestos a echar una mano para mantener la paz. Como siempre hay alguien que aprovecha la situación y se dedica a sacar tajada del asunto, como Coco y Elmo, que hicieron la mejor caja del día.
Estas cosas me hacen pensar en la imagen que se habrán llevado esos niños que contemplaron la historia, y si de verdad hay alguien que se encarga de evitar que estas cosas sucedan.
Lo que está claro es que es una pena. Mal por Minnie, mal por Dora... Ahí dejamos al (increíble pero cierto) héroe del día: Bob Esponja. Solo espero y deseo que estas tristes escenas no se vuelvan a repetir.

domingo, 2 de octubre de 2011

La sensación de estrenar algo nuevo


Esta semana me he dado un paseo en tren. Al volver del trabajo tenía reunión del cole y en lugar de ir y venir en coche, como es habitual, la vuelta la emprendí en tren, me pude dar el gusto de pasear por El Escorial (es curioso, llevo algo así como 20 años viviendo en esta casa y creo que nunca había echo eso) a parte de que encontré una ganga de maletas (un juego de tres por 60€) descubrí calles y tiendas que no conocía. ¡¡Por fin he descubierto un herbolario de verdad!! uno de esos en los que si no tienen algo te lo buscan y están informados de lo que venden. Fue un día de descubrimientos.
A parte de estos detalles pude montarme por primera vez en uno de los trenes nuevos de Renfe. Olor a nuevo, tacto nuevo... un tren limpio, informatizado (las pantallas soplándote la ruta), amplio (se ve de principio a fin de vagón). La sensación de estrenar algo, aunque sabes que no lo estrenas tú, pero si que lo parece. Por primera vez en mucho tiempo tengo comentarios positivos para Renfe, jejeje. A David le ha encantado sus diseños con "nariz" y a mi me ha encantado encontrármelo limpio, sin huellas de pies en los asientos, sin ronchones innecesarios, sin garabatos en los cristales. Ahora nos toca a nosotros poner nuestro granito de arena y mantenerlos como en el primer día.